Contaremos aquí lo que ha sido la 1ª Salida de Observación de Aves que ha
tenido lugar en Quijorna coincidiendo con el Día de las Aves. La salida organizada
por la Plataforma Ciudadana “Amigos de la Dehesa Boyal de Quijorna” (ADBQ) se
planteaba como un breve paseo por los alrededores del pueblo que nos permitiera
acercarnos a las aves más comunes, pero algunos visitantes inesperados han
hecho que la salida haya sido más fructífera de lo esperado.
Puntuales, a las 10:30 un grupo de quijorneros nos encontramos en la Plaza
de la Iglesia donde nos saludamos. Muchos no nos conocemos por lo que nos
presentamos brevemente antes de comenzar el paseo. Un bonito grupo con distintas
edades pero que teníamos en común que nunca seremos más jóvenes que hoy. Una
foto de grupo junto a la Iglesia y…a caminar.
Ya antes de abandonar la plaza los Estorninos Negros sobrevuelan el
tejado de la Iglesia levantados por el tañer de las campanas llamando a misa, mientras
un grupo de Gorriones Comunes trasteaban entre las tejas. Alguien echa en falta
a la Cigüeña en el campanario, puede que ya nos haya abandonado en busca de
nuevos paisajes pero, muy probablemente, volveremos a verla por aquí mucho
antes de San Blas.
Comenzamos nuestra andadura dirigiéndonos hacia el Parque de San Isidro
que sobrepasamos a buen paso y ya antes de tomar el camino que nos acerque al
Arroyo de Quijorna avistamos algunos buitres que comienzan a remontar el vuelo con
las primeras térmicas de la mañana. Enseguida, una pareja de Tarabillas Comunes
sale a nuestro encuentro. La hembra, más presumida, se exhibe desde lo alto de
una antena lo que nos permite observarla con el telescopio. Aunque esta foto es
del año pasado era más o menos como esta:
Mientras
descendemos por el camino un grupo de Herrerillos alborotan entre las ramas de
una encina acompañados por el canto de un Verdecillo. Ya junto al cauce del
arroyo una Curruca Cabecinegra sobrevuela la vegetación para ocultarse dentro
de una zarza. Buitres leonados y negros siguen sobrevolando nuestras cabezas a
gran altura.
Llegamos
a la depuradora donde las Lavanderas Blancas no faltan a su cita. Hacemos una
breve parada para observarlas con el telescopio, lucen ya su recién estrenado
plumaje de invierno.
Continuamos
caminando y mientras buscamos algún ejemplar de Aguilucho Lagunero alguien ha
visto dos rapaces levantarse del suelo cerca del camino. Pronto aparecen dos
Milanos Reales volando casi a ras de suelo. Uno de ellos lleva los restos de un
conejo en las garras y el perseguidor intenta arrebatárselo, tras una serie de
acrobáticos vuelos el trofeo cae al suelo y uno de los Milanos se posa en el
suelo a comer permitiéndonos observarlo a una distancia relativamente corta.
Sin duda, atraídos por la
presencia de los Milanos, dos Buitres Negros se acercan hacia donde nos
encontramos sobrevolándonos a baja altura y permitiéndonos disfrutar de su
impresionante tamaño.
Contentos por haber podido disfrutar del espectáculo volvemos sobre
nuestros pasos en dirección al pueblo. El sol ya está en todo lo alto y aunque
ya no es el que era en verano todavía calienta. Grupos de Buitres Leonados siguen
cruzando el cielo a gran altura mientras, acompañando nuestro regreso, las Urracas y las Palomas Torcaces sobrevuelan
la vegetación del cauce.
Llegamos a la Alameda entrando desde el cauce del arroyo y el Papamoscas
Cerrojillo se pone a resguardo al vernos llegar junto a tres Carboneros Comunes
que emprenden el vuelo para ocultarse rápidamente entre las ramas. En el viejo
chopo que preside la entrada a la Alameda una Tórtola Turca se posa brevemente
sobre la rama seca.
Subimos
de nuevo hacia la Plaza de la Iglesia donde finalizará nuestro recorrido. Nos
despedimos después de lo que creo ha sido un bonito paseo, una ocasión para
conocer a nuevos vecinos y una oportunidad para acercarnos a las aves de nuestro
pueblo. Más allá del mayor o menor número de aves avistadas la verdad es que no
ha sido mala cosecha para un par de horas.