domingo, 7 de octubre de 2018

Crónica de la 1ª salida de observación de aves.

     


     Contaremos aquí lo que ha sido la 1ª Salida de Observación de Aves que ha tenido lugar en Quijorna coincidiendo con el Día de las Aves. La salida organizada por la Plataforma Ciudadana “Amigos de la Dehesa Boyal de Quijorna” (ADBQ) se planteaba como un breve paseo por los alrededores del pueblo que nos permitiera acercarnos a las aves más comunes, pero algunos visitantes inesperados han hecho que la salida haya sido más fructífera de lo esperado.

    Puntuales, a las 10:30 un grupo de quijorneros nos encontramos en la Plaza de la Iglesia donde nos saludamos. Muchos no nos conocemos por lo que nos presentamos brevemente antes de comenzar el paseo. Un bonito grupo con distintas edades pero que teníamos en común que nunca seremos más jóvenes que hoy. Una foto de grupo junto a la Iglesia y…a caminar.

    Ya antes de abandonar la plaza los Estorninos Negros sobrevuelan el tejado de la Iglesia levantados por el tañer de las campanas llamando a misa, mientras un grupo de Gorriones Comunes trasteaban entre las tejas. Alguien echa en falta a la Cigüeña en el campanario, puede que ya nos haya abandonado en busca de nuevos paisajes pero, muy probablemente, volveremos a verla por aquí mucho antes de San Blas.

   Comenzamos nuestra andadura dirigiéndonos hacia el Parque de San Isidro que sobrepasamos a buen paso y ya antes de tomar el camino que nos acerque al Arroyo de Quijorna avistamos algunos buitres que comienzan a remontar el vuelo con las primeras térmicas de la mañana. Enseguida, una pareja de Tarabillas Comunes sale a nuestro encuentro. La hembra, más presumida, se exhibe desde lo alto de una antena lo que nos permite observarla con el telescopio. Aunque esta foto es del año pasado era más o menos como esta:



   Mientras descendemos por el camino un grupo de Herrerillos alborotan entre las ramas de una encina acompañados por el canto de un Verdecillo. Ya junto al cauce del arroyo una Curruca Cabecinegra sobrevuela la vegetación para ocultarse dentro de una zarza. Buitres leonados y negros siguen sobrevolando nuestras cabezas a gran altura.


   Llegamos a la depuradora donde las Lavanderas Blancas no faltan a su cita. Hacemos una breve parada para observarlas con el telescopio, lucen ya su recién estrenado plumaje de invierno.

   Continuamos caminando y mientras buscamos algún ejemplar de Aguilucho Lagunero alguien ha visto dos rapaces levantarse del suelo cerca del camino. Pronto aparecen dos Milanos Reales volando casi a ras de suelo. Uno de ellos lleva los restos de un conejo en las garras y el perseguidor intenta arrebatárselo, tras una serie de acrobáticos vuelos el trofeo cae al suelo y uno de los Milanos se posa en el suelo a comer permitiéndonos observarlo a una distancia relativamente corta.





   

  Sin duda, atraídos por la presencia de los Milanos, dos Buitres Negros se acercan hacia donde nos encontramos sobrevolándonos a baja altura y permitiéndonos disfrutar de su impresionante tamaño.
 

   
     Contentos por haber podido disfrutar del espectáculo volvemos sobre nuestros pasos en dirección al pueblo. El sol ya está en todo lo alto y aunque ya no es el que era en verano todavía calienta. Grupos de Buitres Leonados siguen cruzando el cielo a gran altura mientras, acompañando nuestro regreso, las Urracas y las Palomas Torcaces sobrevuelan la vegetación del cauce.

   Llegamos a la Alameda entrando desde el cauce del arroyo y el Papamoscas Cerrojillo se pone a resguardo al vernos llegar junto a tres Carboneros Comunes que emprenden el vuelo para ocultarse rápidamente entre las ramas. En el viejo chopo que preside la entrada a la Alameda una Tórtola Turca se posa brevemente sobre la rama seca.



   Subimos de nuevo hacia la Plaza de la Iglesia donde finalizará nuestro recorrido. Nos despedimos después de lo que creo ha sido un bonito paseo, una ocasión para conocer a nuevos vecinos y una oportunidad para acercarnos a las aves de nuestro pueblo. Más allá del mayor o menor número de aves avistadas la verdad es que no ha sido mala cosecha para un par de horas.